Del pico de ventas por el stockeo de comienzos de la cuarentena a números en rojo. El consumo masivo ya comienza a sentir el impacto del deterioro del poder adquisitivo y registró en agosto el peor mes del año, con una baja del 5,4% en comparación con el mismo mes del año anterior, de acuerdo a los datos de la consultora Scentia.
La caída fue más negativa para el canal de supermercados, que tuvo una baja de 7,6%, mientras que los autoservicios retrocedieron un 3,5%. Las cadenas de supermercados sufrieron más en el Gran Buenos Aires y los autoservicios en el interior del país.
“Esto puede explicarse a partir del efecto dominó. La postergación de pagos, que inicialmente se interpretaron como ahorro, comienza a tomar parte de los ingresos. A esto se suman deudas contraídas, salarios decaídos, las actividades que regresaron de forma parcial y aquellas que aún no pudieron retomar, que generaron cierto deterioro del poder adquisitivo que ya comienza a notarse en el consumo básico”, explico el informe de la consultora especializada en consumo. El relevamiento se realizó en más de 3.000 comercios a través del sistema de scanning.
Dentro de la caída total, solo uno de los rubros analizados mejoró con respecto al mismo mes del año anterior: limpieza de la ropa y del hogar, que tuvo una suba de 4,2% en comparación con agosto de 2019. Mientras tanto, las categorías más golpeadas fueron productos impulsivos –como las golosinas–, con una baja de 14,1%; bebidas sin alcohol (10,8%); higiene y cosmética (6,3%) y productos perecederos y congelados (6%).